Reseña histórica.

Comunidad Cristiana Eben-Ezer Pueblo Nuevo

 

Siendo estudiantes de seminario, el Señor puso en nuestro camino la oportunidad de trabajar en muchas áreas y ministerios, entre ellos el poder colaborar durante un curso académico con la iglesia de Alcobendas, proyecto del MEM y punto de misión de Eben-Ezer de Vallecas.

Tras finalizar ese curso y habiendo compartido y participado en el ministerio de Eben-Ezer, haber tratado y conocido a Joaquín Yebra, se presenta la necesidad a esta congregación (C.C.Eben-Ezer de la Villa de Vallecas) de comenzar una obra desde 0 en un local de apenas 40 m2 en Pueblo Nuevo, Calle Virgen del Lluc 134, distrito de Ciudad Lineal, junto a la calle Alcalá. Los hermanos que allí se congregaban se trasladan a Villaverde, pero dejan un púlpito, 30 sillas y una hermana nueva que vive por las cercanías del local.

18 de Julio de 2004 la C.C.E.E de la V. de Vallecas se hace cargo de esta obra.

En principio nos vamos rotando los pastores, diáconos de Eben-Ezer y seminaristas para atender las necesidades de un nuevo punto de misión.

Evangelismo diario, limpieza, predicación y cultos…. Tras un par de meses en la congregación ya hay un número de unos 15 asistentes fieles, los cuales se dirigen al pastor Joaquín Yebra a comunicar su reconocimiento de Francisco Fernández y Rocío González como pastores, lo cual no deja indiferente a Joaquín y tanto él como su congregación nos animan ir levantando esta obra que acaba de comenzar y ya va teniendo fruto.

Siempre con el apoyo de la iglesia madre, su colaboración en todo, ayuda en nuestro sustento y el del nuevo punto llamado Eben-Ezer de Pueblo Nuevo y nuestra sumisión a ellos, se sigue evangelizando a diario y se levantan diferentes ministerios al ver las necesidades que van surgiendo.

Había muchos inmigrantes, recién llegados con mucha necesidad, por lo que se adopta un ministerio de Eben-Ezer Vallecas: Reparto de comida.

Este ministerio comienza con la familia pastoral, trayendo de su casa víveres para ayudar al sustento de sus hermanos y que se va fundamentando con la colaboración de todos los congregantes y el suministro de la iglesia madre de bolsas de comida.

Ante la necesidad de abrigo, se comienza también el ministerio de reparto de ropa, también con la colaboración de la iglesia madre y de los vecinos del barrio que encantados nos traían la ropa que no necesitaban y se preocupaban por saber qué hacía falta.

Al no haber desde el principio nadie con conocimientos musicales, la seminarista aprende a tocar el teclado y se abre un nuevo ministerio de clases gratuitas de teclado el cual atrae a varios niños y jóvenes del barrio que por medio del testimonio traen a sus familiares y comienzan a andar en los caminos del Señor.
En diciembre de ese mismo año se hacen los primero bautizos, 4 hermanos bajan a las aguas de la manos del todavía seminarista Francisco Fernández y del pastor Joaquín Yebra.

En enero de 2005 nos vemos en la necesidad de cambiar de local, pues el punto de misión ha crecido tanto que hay gente que incluso se quedaba de pie en el local y en la calle para poder escuchar la palabra. Ya asisten unos 50 fieles.
Encontramos un local disponible de unos 100m2 a dos calles del actual. En la calle Elfo 148.

En abril de 2005 se celebra la inauguración a la que asisten hermanos y representantes de muchas iglesias tanto de Madrid como de fuera y tanto bautista como de otras denominaciones. En dicha celebración se ordenan oficialmente como pastores de la iglesia a los todavía seminaristas Francisco Fernández y Rocío González.

Comienza a crecer más la congregación, ya hay grupos de niños que dan sus escuelas dominicales por edades, se comienza un grupo de jóvenes adolescentes, se mantiene el ministerio de la comida y de la ropa apoyados también por Bet-El. Se forma un grupo de alabanza firme con 5 componentes, se dan estudios bíblicos entre semana, se prepara a los nuevos creyentes…. Ante la nueva falta de espacio se levantan ujieres y en verano de ese mismo año nos volvemos a cambiar de local. Encontramos uno al otro lado de la calle Alcalá, en la calle Río Ulla 14. 450m2, repartidos en 2 plantas.

Toda la congregación se puso a trabajar, manos a la obra.

Recibimos una ofrenda de sillas de una iglesia de Sevilla, nuestra iglesia madre nos ofrendo anteriormente otro buen número de sillas, mobiliarios…los hermanos se volcaron todo lo que pudieron. La iglesia iba creciendo.

El ministerio del evangelismo era y es algo primordial entre nosotros, se ha inculcado a la congregación la necesidad de evangelizar individual y colectivamente. Todo lo que hacemos, sea el ministerio que sea siempre bañado en oración y sobre todo tener una vida de testimonio. Eso no quiere decir que seamos los mejores del mundo, siempre nos vamos a equivocar, pero intentamos rectificar y hacerlo todo lo mejor posible delante de Dios.

Al ser una congregación tan mezclada en cuestión de países, culturas y colores y recibir tantas bendiciones de tantos lugares y al ser los pastores también dependientes de Dios y de la iglesia madre incluso en su economía, la iglesia decide y se ve preparada para afrontar por sí sola todos sus gastos de local, ministerios y asignación pastoral. Ese paso de fe, fue la prueba de que comenzábamos a madurar.

Comenzamos a apadrinar misioneros, dentro y fuera de nuestras fronteras y no solo apoyarles espiritual, si no también económicamente.

El grupo de alabanza fue creciendo se fueron comprando o adquiriendo instrumentos y se fueron formando personas para poder tocarlos, de manera que surgen nuevos ministerios de clases de guitarra y batería.

Por un tiempo se dieron clases de Sevillanas, siempre con el fin de abrir puertas a que las personas del barrio entraran en la iglesia y así poderles predicar el evangelio.

El ministerio de Obra Social de la UEBE y una empresa alemana nos regalaron unos 15 ordenadores, con lo que comenzaron a darse clases de informática.

Ante la llegada de marroquíes, brasileños y rumanos con dificultad para expresarse en nuestro idioma, se comienza un ministerio de clases de español.

Ante la necesidad de inglés para trabajar y la dificultad de los jóvenes para aprenderlo, se comienzan a dar también clases de inglés. Y ante la falta de misericordia de nuestras sociedades hacia las personas mayores, se comenzó un ministerio enfocado exclusivamente en ellos en el cual se les invita a pasar una tarde tomando café, pastas, hablando, jugando a parchís, oca…y meditando en la Palabra.

Con todos estos ministerios se consiguió que la iglesia pasara de ser algo extraño a los de afuera a ser la referencia del barrio, todos entraban, todos la conocían, a todos se les daba testimonio todos los días pues siempre estaba y está abierta.

Esto es aprovechar las herramientas que Dios nos da y usar los dones que pone a nuestro alcance para predicar su Palabra.

Incluso las comunidades de vecinos del barrio nos piden el local para poder hacer allí sus reuniones con la condición de que no fumen, respeten dónde están y reciban de gracia un evangelio de San Juan.

Ante esto y un crecimiento evidente de la congregación, no solo en asistentes, sino sobre todo en hijos de Dios comprometidos y fieles a Él y su Palabra (ya alcanzábamos los 180 aprox.), en junio de 2009 nos volvimos a cambiar de local a uno mayor de 800m2 sitiado en la calle Esteban Collantes 37, entre Pueblo Nuevo y Ascao.

Se mantienen todos los ministerios mencionados, hay también un grupo de evangelismo que dedica todas las semanas una tarde a orar y preparar obras de teatro, danza, mimo y payasos para predicar en la calle con la congregación.

Todos los días que hay culto y estudio bíblico se reúne 1 hora antes un grupo de intercesores para presentar las necesidades de la iglesia ante Dios y poner ante el cada culto.

Ante el crecimiento desmesurado de jóvenes de todas las edades, se levantó también un ministerio de jóvenes adultos y se mantuvo además el de adolescentes.

El pastor oró por levantar un ministerio llamado corazón de siervo. ¿En qué consiste? Hay un grupo de aproximadamente 20 hermanos que cada día ora por una media de entre 19 y 25 hermanos de la congregación, se preocupan por ellos y sus necesidades, les visitan, les llaman por teléfono y cada 15 días el pastor se reúne con cada uno de ellos de manera individual para saber qué tal van.

A las visitas los ujieres de puerta les invitan a rellenar un papel en el que dan su nombre, telf. y expresan su motivo de oración. En esa semana el pastor les llama o visita y le asigna a una de esas 20 personas que se convertirá en su padre o madre espiritual. De ese modo, por más que crezcamos, buscamos de Dios siempre, nos preocupamos los unos por los otros, nos conocemos entre todos y no perdemos el concepto de familia.

De hecho, hay un ministerio encargado de conocer los cumpleaños de todos, llamarles para felicitarles y en la semana les cantamos todos cumpleaños felices y les damos una tarjeta personalizada felicitándole para que sepa que nos acordamos los unos de los otros.

En misiones actualmente apoyamos a misioneros en Madrid, en Bolivia, la cruzada Estudiantil universitaria, tenemos niños y adolescentes apadrinados, misioneros en India, hogar de niñas refugiadas, misioneros en Guinea en los colegios de la UEBE y en el frente de Gaza.

Aparte de esto, hacemos al menos 3 ó 4 vigilias al año, celebraciones, retiros de jóvenes, de iglesia, excursiones, visitas a enfermos, tenemos un ministerio de visitación y predicación en las cárceles y en el próximo mes Dios ha abierto las puertas del hospital universitario La Paz para llevar la capellanía evangélica de todo el centro, hacer actividades con los niños, payasos, coro…

Dios es grande y toda la gloria es para Él. Nosotros somos sus instrumentos y dejaremos que nos use como quiera, cuando quiera y donde quiera. La paz del Señor.